El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) opera bajo dos regímenes principales de afiliación, diseñados para cubrir diferentes tipos de trabajadores y garantizar su acceso a la seguridad social. Estos regímenes son los siguientes:
Este régimen está destinado a proteger a los trabajadores que laboran de manera formal, bajo una relación de trabajo dependiente, es decir, con un patrón o empleador.
Este régimen está dirigido a personas que no tienen una relación laboral formal, pero desean acceder a los beneficios del IMSS.
Dentro del régimen voluntario existen diversas modalidades, entre ellas:
- Modalidad 10: para Personas Trabajadoras Independientes.
- Modalidad 40: para la Continuación Voluntaria en el Régimen Obligatorio.
Para que una persona sin patrón o empleador pueda mejorar su pensión, una de las dos modalidades de aseguramiento voluntario podría convenirle, dependiendo de sus objetivos.
La Modalidad 10 ofrece, entre otros beneficios, acceso a servicios médicos, hospitalarios y farmacéuticos. Por otro lado, la Modalidad 40, aunque es un esquema de aseguramiento, no incluye atención médica.