En México, la Participación de los Trabajadores en las Utilidades (PTU) es un derecho laboral consagrado en la Constitución Mexicana y regulado por la Ley Federal del Trabajo (LFT).

Sin embargo, existen ciertos trabajadores que no tienen derecho a participar en el reparto de utilidades.

Entre los trabajadores que no tienen derecho a participar en el reparto de utilidades, se encuentran los siguientes:

Directores, administradores y gerentes generales

Motivo: La ley excluye a estos altos funcionarios debido a que su nivel jerárquico y responsabilidad en la toma de decisiones los coloca en una posición diferente respecto al resto de los trabajadores.

Socios y accionistas

Motivo: Al ser propietarios o copropietarios de la empresa, sus beneficios económicos ya están contemplados a través de los dividendos y otras formas de retribución por su inversión.

Trabajadores Eventuales con Menos de 60

Días de trabajo

Motivo: La ley establece que solo los trabajadores que hayan laborado al menos 60 días durante el ejercicio fiscal tienen derecho a participar en el reparto de utilidades, como una forma de reconocer una contribución mínima a la empresa.

Trabajadores del hogar

Motivo: Las personas empleadas en el servicio doméstico no están incluidas en el esquema de reparto de utilidades, dado que su relación laboral es diferente a la de los trabajadores en empresas.

Profesionistas, técnicos y otros que prestan servicios independientes

Motivo: Aquellos que trabajan bajo contratos de honorarios o servicios independientes no tienen derecho a participar en el reparto de utilidades, ya que no se consideran empleados de la empresa en el sentido tradicional.

Trabajadores de empresas con exenciones específicas

Motivo: La Ley Federal del Trabajo (LFT) y la Ley del Impuesto sobre la Renta (Ley del ISR) establecen ciertas exenciones para nuevas empresas, empresas de nueva creación en producción de productos nuevos, instituciones de asistencia, entre otros.

La LFT en sus artículos 123 y 127 detalla las bases para el reparto de utilidades y las exclusiones específicas. La idea detrás de estas exclusiones es reconocer que ciertos roles y formas de empleo no se ajustan al propósito del reparto de utilidades, que es distribuir una parte de las ganancias generadas por la empresa entre los trabajadores que contribuyen directamente a la operación diaria y al éxito de la empresa.