Representantes de sectores patronales, obrero y gobierno acordaron un incremento al salario mínimo para 2022, el cual está compuesto por un 9% de aumento más un Monto Independiente de Recuperación (MIR) de 16.90 pesos, con esto, el salario mínimo pasa de 141.70 a 172.87 pesos diarios.

Para la frontera norte, el aumento también es de 9% mientras que el MIR será de 25.45 pesos para que el salario mínimo sea de 260.34 pesos diarios en comparación con los actuales 213.39 pesos.

“Este aumento se reflejará en una mejora real en el poder adquisitivo de las y los trabajadores. Con ello, el Salario Mínimo General de la Zona Libre de la Frontera Norte llegará a cubrir el 112 por ciento de la Línea de Bienestar Familiar y el Salario Mínimo General del Resto del País llegará a cubrir el 74 por ciento de la misma”, así lo menciona el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) a través de un comunicado.

La Confederación de Cámaras Industriales de los Estados Unidos Mexicanos (Concamin) reconoce el diálogo responsable entre estos tres sectores para acordar ese incremento al salario mínimo.

“La economía mexicana se encuentra en una fase de recuperación con un alto nivel de inflación que es necesario contener”, menciona.

Además, consideró que no debe de descuidarse el costo de producción de las empresas, así como deben de mantenerse competitivas alentando la importancia de la inversión para que crezca la productividad.

 “México atraviesa una fase de recuperación que no ha estado exenta de riesgos. Durante la caída económica a causa de la pandemia, 80 de cada 100 empleos perdidos fueron en mypimes, lo que generó que el empleo informal se incrementara en 2 por ciento”, agrega.

La confederación advierte que, si no se atiende el desequilibrio con fundamentos productivos, a través del empleo formal se generará una inestabilidad social mayor.

“Juntos, industria y autoridades gubernamentales, debemos atender las causas de esta situación (la informalidad). De ahí que es fundamental contar con los incentivos fiscales para la contratación e inscripción de los trabajadores ante el IMSS y una política industrial que retome la industria como motor del crecimiento e impulse la reindustrialización”, puntualiza.