Ante el alargamiento de la pandemia de COVID-19 que acumula seis meses y la falta de apoyos fiscales al empleo, las empresas preparan una segunda etapa de ajustes a salarios y prestaciones, de modificación de condiciones generales de trabajo, e incluso de despidos, esto último en el caso de empleadores que no habían recortado plantillas, pero que hoy valoran esa alternativa ante la lenta reapertura.

Jorge Sales Boyoli, coordinador del Comité de Derecho Laboral de la Asociación Nacional de Abogados de Empresa (ANADE), sostuvo que en muchos centros de trabajo sigue habiendo una reducción salarial, por lo que no se han recuperado los niveles de sueldos, además, varias empresas están migrando a modificar condiciones laborales a la baja, o a no regresar a las condiciones laborales previas a la emergencia sanitaria.

“Hay un sector de empresas que está prolongando o modificando otra vez las condiciones de trabajo como una consecuencia económica de la pandemia, y luego hay otro sector de empleadores que hay que mirar con atención porque está recurriendo a despidos o a reducciones de salario, ya no temporal sino permanente; diría que las estrategias ahora se están diversificando dado que esta crisis será una crisis de empleos prolongada”, advirtió el experto.

Fernando Yllanes, presidente de la Comisión de Seguridad Social y Recursos Humanos de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), apuntó que, ante la ausencia de apoyos fiscales al empleo, cada día es menor la capacidad económica de las empresas para soportar los efectos de la pandemia, lo que aleja la recuperación económica y que regresen las condiciones de trabajo antes del COVID-19.

“Muchas empresas de plano ya están por decidir que no van a continuar con los trabajadores, no están pensando en reactivación, sino en lo que se tiene. Se están agotando los acuerdos de reducción de salarios y de permisos sin goce de salario a trabajadores, o de trabajadores sin cobrar sus salarios, pero dejándolos en el IMSS; ni los trabajadores pueden seguir así, ni las empresas tampoco”, subrayó.

En marzo, cuando se comenzaron a tomar las primeras medidas de confinamiento por la pandemia de COVID-19, la información oficial apuntaba a que podría haber una reapertura a partir de julio, sin embargo, la curva de contagios y fallecimientos sigue en ascenso.

A cifras del domingo, la Secretaría de Salud informó que en México se reportaron 697 mil 663 casos de COVID-19 activos, mientras que el número de muertes se ubicó en 73 mil 493. Las autoridades han advertido que si la curva no baja, un rebrote en octubre podría llevar a endurecer de nueva cuenta las medidas de confinamiento.

Mauricio Reynoso, director general de la Asociación Mexicana en Dirección de Recursos Humanos (AMEDIRH), señaló que muchas empresas ya tomaron la decisión de hacer home office lo que resta del año, mientras que hay un grupo de empleadores que durante los primeros meses de la pandemia no modificaron compensaciones, pero que ahora ya evalúan esos cambios.