Para que tu proyecto empresarial funcione correctamente, debes tener en cuenta pagos como el impuesto al valor agregado (IVA).
El IVA es un impuesto indirecto que tiene una carga fiscal sobre el consumo, esto quiere decir que es un impuesto que se estará pagando por el valor que agreguemos a los productos o servicios que hayamos adquirido o vendido.
Se le conoce como impuesto indirecto porque a diferencia de los impuestos que se aplican de manera directa, no afecta los ingresos percibidos, sino que se refleja más bien en los costos de producción y venta de todas las empresas dedicadas sobre todo a las actividades comerciales.
Como todos los impuestos, el IVA también está sujeto a una ley en la que están marcadas unas normas y regulaciones bajo las que este impuesto se debe cobrar, así como también cuál es el porcentaje que la ley marca como aceptable para el cobro de este impuesto.
En los primeros artículos de la ley del impuesto al valor agregado, se estipula claramente que toda persona sea física o moral que se dedique a:
- La enajenación de bienes
- Prestación de servicios independientes
- Concedan el uso o goce temporal de bienes a otras personas
- Que se dediquen a la importación de bienes o servicio
- Estará obligada a pagar este impuesto que actualmente es del 16% de acuerdo a lo establecido dentro de esta ley.
¿En qué consiste la tasa del IVA 0%?
A los actos o actividades a los que se les aplica la tasa del 0%, producirán los mismos efectos que aquellos por los que se debe pagar el impuesto conforme a esta Ley a diferencia de los actos o actividades que están exentos del IVA, los exentos de IVA no tienen ninguna obligación de hacer declaración de IVA ni de DIOT. Por tanto, las personas que realicen alguna actividad que esté a la tasa del 0% tendrán la obligación de declarar mes a mes esta obligación.