Desde la reforma en materia laboral de 2021, el outsourcing o subcontratación de personal está prohibida. Pero lo que sí se permite es la subcontratación de servicios u obras especializadas distintas al objeto social y la actividad económica preponderante del contratante.

La Ley Federal del Trabajo (LFT), en el Artículo 15, establece que las personas físicas o morales que proporcionen servicios especializados o ejecuten obras especializadas deben contar con un registro ante la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS).

La mayoría de las empresas usaban el outsourcing para contratar a su personal antes de la reforma. Las empresas tuvieron que transitar a una nueva subcontratación, siguiendo las reglas del Registro de Prestadoras de Servicios Especializados y Obras Especializadas (REPSE).

El cumplimiento de las reglas de la subcontratación de servicios u obras especializadas es uno de los principales riesgos de las empresas.

Las personas físicas o morales que presten servicios especializados o ejecuten obras especializadas sin contar con el REPSE pueden ser sancionados por el delito de defraudación fiscal.

Por su parte, las empresas o personas físicas que realicen la contratación de esos servicios no podrán hacer deducibles o acreditables los pagos que hayan realizado por las obras o servicios contratados.

Muchas empresas contratan servicios especializados, pero no pueden hacerlos deducibles, porque para poder contratarlos tuvieron que cambiar su objeto social, a uno que no tenga la actividad que quieren subcontratar. Además, deben revisar que los proveedores de los servicios tengan el REPSE, y hay que cumplir con los demás requisitos establecidos.